El aceite de cocina que botamos en casa puede ser reciclado y convertirse en jabón, fertilizantes y hasta en combustibles para vehículos diesel. Todo ese aceite que se desperdicia en los desagues de las casas puede y llega a tapar el alcantarillado de la ciudad. En las plantas depuradoras de aguas residuales, ese desperdicio de aceite encarece dicho tratamiento. Además el aceite que llega a los ríos forma una película que dificulta el intercambio normal de oxigeno y altera el ecosistema. Las abuelas de antes sabian aprovechar el residuo del aceite de cocina. Mezclandolo con agua y soda cáustica, fabricaban todo el jabón que necesitaban y ahorraban dinero. Las compañias que fabrican jabones usan el residuo del aceite de cocina para sus productos, solo que les ponen aromas y lo refinan. Además de jabones elaboran cremas, detergentes, cera, velas, pinturas, barnices, lubricantes y hasta abono. En Montmeló (Barcelona) inaguraron la primera planta de España que recicla los aceintes de cocina en biodisel, un carburante ecológico compatible con los motores diesel.
Fueste: La Internet
viernes, 8 de enero de 2016
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